La ciudad mexicana de Celaya es la capital del municipio de igual nombre y se encuentra situada al sureste de Guanajuato. La ciudad comenzó su crecimiento en torno al convento de San Francisco y experimentó un gran auge de su actividad económica gracias a la agricultura de cereales, chile, vid y otros productos como el pimiento y el manguey, utilizado para la producción de fibras naturales, sirope y destilados como el tequila.
En la década de 1960 Celaya vivió un auge y un crecimiento significativos gracias a su poderío industrial, agrícola, ganadero y comercial, así como por la modernización de los sistemas de comunicación con actuales ferrocarriles, aeropuertos y las recientes autopistas y carreteras de calidad que facilitan la circulación entre ciudades y el traslado de los productos abriendo la ciudad al comercio. Gracias a estas mejoras llevadas a cabo durante el siglo XX y la fuerte industrialización de la zona, Celaya es hoy una de las ciudades más competitivas de México a nivel económico y comercial.
Celaya cuenta con numerosas manifestaciones artísticas de reconocimiento internacional como los murales del pintor local Octavio Ocampo, estas pinturas conocidas como metamórficas se encuentran situadas en algunas edificaciones singulares como la Presidencia Municipal.
La historia de la región se puede conocer a través de la colección expuesta en el Museo de Historia Regional que comienza su paseo histórico por los inicios de la ciudad antes de la conquista de los españoles. Otros monumentos especialmente reseñables son la Casa del Diezmo, antigua Alhóndiga, el museo de Momias, el templo dedicado a la figura de San Agustín y la Bola de Agua, construida en 1908 con la función de distribución de agua que aún hoy sigue en funcionamiento y que es todo un símbolo para Celaya por su singularidad que la hace única en el mundo.