La ciudad de Puebla conserva el viejo encanto de las ciudades coloniales mexicanas, con el valor añadido de una gran urbe, la cuarta del país en número de habitantes, que ronda el millón y medio, solo superada por Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey.
Es la capital del estado mexicano del mismo nombre, ubicado geográficamente en la zona central de México. Fue declarada Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1987, y es famosa por su arquitectura popular, donde conviven edificios coloristas con preciosas iglesias y calles que conservan el sabor de antaño, en armonía con la arquitectura más vanguardista.
El trazado urbano original de Puebla. Las vistas panorámicas de la ciudad permiten apreciar el ordenado y geométrico trazado urbano de su área central, con las manzanas alineadas formando cuadrados perfectos que dan paso a largas y amplias avenidas.
Los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl presiden el horizonte de la ciudad, aportándole su inconfundible silueta y un aire imponente majestuoso.
Es una ciudad de contrastes, tumultuosa y llena de vida. Son famosos sus mercados, como el de Parián, donde encontrar la tradicional artesanía mexicana, con sus vistosos bordados y las más diversas piezas decorativas.
El zócalo, el centro de la vida social.Tradicionalmente, el zócalo era el centro de la vida social poblana, siempre bullendo de animación. Actualmente cuenta con una parte central ajardinada, con bancos y árboles, rodeada de la zona porticada, bajo cuyos soportales se puede pasear rememorando la historia de la ciudad.
Es sin duda un lugar mágico y lleno de preciosos rincones que sorprenderán.